2020
La crisis del COVID-19 aflora de nuevo la brecha entre fijos y temporales
La crisis del COVID-19 ha vuelto a golpear con fuerza al empleo temporal, que supone el 73% de los puestos destruidos en marzo y en abril, con lo que de nuevo aflora la profunda dualidad del mercado laboral que viene dada por el diferente coste de terminación y extinción de contratos temporales y fijos.
Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en España hay 4,46 millones de trabajadores temporales, de un total de 16 millones de asalariados, cifras que dejan la tasa de temporalidad en el 25%, un punto menos que a cierre de 2019, pero que sigue manteniendo a España a la cabeza de Europa.
En ellos, según los datos detallados por la Seguridad Social, se ha cebado la destrucción de empleo en el primer golpe del COVID. Así, del 12 al 31 de marzo, se destruyeron 613.250 empleos temporales en España frente a 181.905 indefinidos. En total esos días de marzo se destruyeron en España 836.603 empleos (el resto pertenece a otras categorías como formación), por lo que el 73% fue temporal.
En abril, las cifras llaman más la atención, 59.080 empleos temporales destruidos frente a 21.118 indefinidos nuevos creados. Es decir, todo la destrucción de empleo fue en temporales. En ambos casos las cifras totales de destrucción de empleo subieron (898.822 en marzo y 49.074 en abril al incluir otros regímenes). Y en total, de todo el empleo destruido estos meses, el peso del temporal aumentó al 76%.
"Los ERTE han protegido a los indefinidos, hay pocos temporales en estos expedientes", explica a Efe el investigador de Fedea y profesor de la Universidad Autónoma Marcel Jansen, que apunta que hay "pocos incentivos" para incluirlos en esta herramienta frente a dejar extinguir sus contratos.
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