Lorenzo Bernaldo de Quirós: Las paradojas del empleo (2-12-2012)

El binomio empleo-paro ha sufrido un deterioro muy acusado desde el inicio de la Gran Recesión en el último trimestre de 2007. Un mercado laboral rígido, incapaz de ajustarse con caídas de los salarios reales ante el desplome de la actividad, implicaba de manera inexorable un vertiginoso aumento del desempleo. Esta hipótesis básica de la teoría económica se ha visto contrastada por la experiencia española desde el inicio de la crisis. En los inicios de ésta, los datos agregados de desempleo se vieron camuflados por una fuerte expansión de los puestos de trabajo en el sector público cuyas tasas de crecimiento en los períodos iniciales de la recesión fueron muy intensas. El Estado y las diversas administraciones respondieron al descenso de la actividad con la creación de empleos improductivos con cargo a los contribuyentes, un esquema muy parecido al de las viejas economías de planificación central.

Esa situación se ha visto modificada de manera sustancial por dos factores básicos: primero, los problemas financieros de las administraciones públicas hacen imposible pagar el mantenimiento de unos puestos de trabajo improductivos y, segundo, la reforma laboral del Gobierno, como era previsible, ha logrado ralentizar el proceso de destrucción de empleo en la economía real. Sin duda, la pérdida de puestos de trabajo en el sector privado no se ha recortado de manera sustancial ni el empleo arroja aún tasas de incremento positivas pero es evidente que el trabajo productivo de la economía española, el generado por compañías privadas, ha estabilizado su disminución desde la liberalización del marco de relaciones laborales impulsado por el Ministerio de Trabajo. Éste es un hecho capital de cara al futuro.

• Lea completo el artículo de Lorenzo Bernaldo de Quirós publicado en El Mundo (2-12-2012) aquí

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