2017
Cómo ahorrarse la indemnización de un despido por bajo rendimiento
Despedir a un trabajador no suele ser una tarea nada fácil, no sólo por la carga emocional que suele implicar, sino por las dificultades que tienen algunas empresas de poner fin a una relación laboral cuando el empleado se relaja en su puesto y deja de cumplir sus tareas a un ritmo adecuado.
Se trata de los despidos disciplinarios por bajo rendimiento que recoge el artículo 54.2 del Estatuto de los Trabajadores, una fórmula que, sin embargo, no ha sido utilizado tradicionalmente por los empresarios por la dificultad de demostrar los hechos y que, con ello, se considere un despido como procedente.
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Normalmente estos comportamientos suelen producirse durante un promedio de 4-6 meses, tiempo suficiente para demostrar que no ha sido un comportamiento ocasional o esporádico.
Por otro lado, será obligación del trabajador demostrar que su comportamiento no fue voluntario para lo que deberá acreditar en un juicio acreditar cualquier hecho invalidante, entre las que se incluyen las causas ajenas a él mismo, como puede ser la reciente incorporación a la empresa o tras una baja, o a través de informes psicológicos o periciales. También existen las imputables a la empresa, como los defectos en la organización productiva u objetivos abusivos, o los casos fortuitos o de fuerza mayor, como sufrir una lesión física impediente tras un accidente.
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