Francisco Cabrillo: Los culpables de la crisis

Han transcurrido ya cuatro años desde que se desencadenó la actual crisis económica y me temo que todavía no tenemos del todo claro quiénes son los responsables de lo ocurrido. Si yo fuera un indignado de la Puerta del Sol no tendría muchos problemas para encontrar culpables: el capitalismo, los banqueros, y hasta el egoísmo y la obsesión por el dinero, desempeñarían a la perfección ese papel. Pero los economistas tenemos muchas más dudas que los indignados. Entre otras cosas, porque los viejos debates en torno a las causas de la anterior Gran Depresión, la que tuvo lugar en la década de 1930, siguen estando de plena actualidad.

Desde el punto de vista de la economía keynesiana, la crisis ha sido ante todo una consecuencia de la inestabilidad que siempre ha caracterizado a los mercados, en especial si no están bien regulados. Y sólo podremos salir de ella mediante una política enérgica de gasto público que no debería preocuparse demasiado de los déficits y de los incrementos de la deuda pública que tales programas implicarían. Desde el punto de vista austriaco, en cambio, se piensa que lo que desencadenó la crisis fue la política dirigida a mantener artificialmente bajos los tipos de interés; lo que alimentó las burbujas de la bolsa y el sector inmobiliario, que estallaron cuando desapareció la fuente de crédito barato que parecía inagotable.

Pero los economistas no deberíamos olvidar una tercera explicación del problema: la teoría que en los años sesenta formuló Milton Friedman con respecto a la Gran Depresión. Para Friedman, la Reserva Federal norteamericana fue, sin duda alguna, la responsable de la recesión. No de la crisis bursátil de 1929; pero sí del hundimiento de la economía norteamericana a lo largo de los años siguientes.

• Lea el artículo completo publicado en Expansión (31-5-2012) en la web de think tank Civismo

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