Clara Jiménez y Ana Mata: El globo sonda de la fiscalidad del despido

Una de las cuestiones más polémicas de la reciente reforma fiscal propuesta por el Anteproyecto de LIRPF publicado este lunes es el nuevo límite añadido a la exención por despido.

Así, si bien la redacción del artículo 7 e) de la ley del IRPF se mantiene, se añade un párrafo por el cual el importe de la indemnización exenta tendrá como límite la cantidad de 2.000 euros por cada año de servicio prestado, lo que supone grosso modo que todo trabajador con un salario superior a 20.000 euros se vería afectado por el nuevo límite de manera negativa.

La Exposición de Motivos intenta justificar el cambio señalando que la exención se mantiene para los niveles bajos de renta. También es muy posible que se argumente que contribuirá a disminuir los niveles de litigiosidad, pero lo cierto es que es difícil no percibir que en el fondo se trata de una «aparente» simplificación que establece un umbral de tributación sencillo de controlar, creando un automatismo difícil de discutir, salvo desde el punto de la justicia tributaria.

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Si lo que se pretendía era una reacción frente a la tramitación como despidos de lo que realmente eran extinciones de mutuo acuerdo (lo cual es muy posible que subyazca en la medida propuesta), lo que se debería hacer es reaccionar recalificando los mismos y sancionando, en su caso, las prácticas que se desviasen de la legalidad prevista, y, para ello, ya existen mecanismos.

Clara Jiménez es Socia del Área de Fiscal de Pérez-Llorca y Ana Mata es abogada del Área de Fiscal de Pérez-Llorca

• Lea el artículo completo en Expansión, 25-6-2014

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