2014
Antón Costas: Cierre en falso de la crisis europea
Tengo el presentimiento de que están optando por un cierre en falso de la crisis que conducirá a empeorar la situación. De no cambiar la actual lógica de las cosas, lo más probable es que en los próximos meses veamos un panorama europeo marcado por tres factores: una economía proclive a la especulación, una sociedad más desesperanzada y una política más populista e inestable.
(…)
Este panorama de economía especulativa, malestar social y política populista conforman un escenario europeo que rima con el de los años veinte y treinta del pasado siglo. Un escenario, por cierto, que no trae precisamente buenos recuerdos.
¿Cuáles son las causas? Fundamentalmente dos, íntimamente relacionadas.
La inmediata es la desigualdad y la pobreza rampante en nuestras sociedades. La desigualdad actúa como un poderoso disolvente de la cohesión que necesitan la economía, la sociedad y la política democrática para funcionar correctamente.
Detrás de esta desigualdad hay dos factores. Primero, los bajos salarios, los contratos de cero horas y el paro. Todo ello hace que la desigualdad primaria, la que produce el mercado, haya aumentando en las tres últimas décadas. Segundo, los recortes del gasto social y el funcionamiento regresivo del sistema fiscal hacen que la desigualdad neta, después de impuestos y gastos, en algunos países como España aumente en vez de disminuir.
La desigualdad aboca al endeudamiento y a la crisis. El crédito es la forma como los hogares logran la capacidad de compra que no les da los salarios. Y también como los Gobiernos se hacen con los recursos que no tienen por impuestos. Pero una economía basada en el sobreendeudamiento es una economía proclive a la especulación, a las burbujas y a las crisis. Lo hemos visto en 2008. Pero da la impresión de que nuestros Gobiernos no han sacado ninguna enseñanza.
El discurso europeo es que los bajos salarios son necesarios para favorecer las exportaciones, que la solución está en la competitividad exterior. Pero esto es una verdad a medias. Para verlo, imaginen la economía como un avión con tres motores, uno principal y dos auxiliares. El motor principal es el consumo de las familias y la inversión interna. Significa, más o menos, el 50% de la potencia del avión. Los dos motores auxiliares son el sector público y el sector exterior.
Antón Costas es catedrático de Política Económica en la Universidad de Barcelona.
-
Lea completo el artículo en
(Si desea efectuar alguna consulta profesional en materia de derecho laboral relacionada con empresas, altos directivos o autónomos puede pedir cita en el teléfono 934 196 212 o en esta sección)