2013
Antón Costas: Que no nos digas que fue un sueño
Como ocurre cuando baja la marea, la recesión económica que ha seguido a la crisis financiera de 2008 ha dejado al descubierto tres grandes peligros que, ocultos bajo la pleamar económica de la burbuja de crédito, ahora amenazan con impedir el retorno a un mundo con cierta estabilidad económica y progreso social.
El primero, es el gigantismo del sector financiero en relación con el resto de la economía; una verdadera macrocefalia financiera. El segundo, son los grandes desequilibrios comerciales globales; en nuestro caso, entre Alemania y el resto de la zona euro. El tercero, es la desigualdad.
De los tres, el que menos atención recibe es el tercero. Pero, en mi opinión, la desigualdad es el factor potencialmente más peligroso para el funcionamiento del capitalismo y de la democracia.
Lo relevante de la desigualdad actual no es su existencia, sino la magnitud que ha alcanzado. Los economistas Thomas Piketty y Emmanuel Sáez, dos de los mejores estudiosos de esta cuestión, han elaborado un gráfico que nos permite comprender este riesgo. Medida en porcentaje de la renta total que queda en manos del 10% más rico, la desigualdad en los últimos cien años presenta dos picos en el inicio y el final de ese periodo y un valle de relativa igualdad en medio. Imaginen un gráfico en forma de “U” y tendrán una imagen fiel de esa evolución.
Antón Costas es catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona.
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