Vicios laborales ocultos que restan valor a una compañía

Las compañías empiezan a prestar atención a los riesgos en la sombra de las operaciones de compraventa, analizando aspectos que antes pasaban por alto, como conflictos laborales o blindajes de los directivos.

Los tiempos en que se cerraban operaciones en tiempo récord y sin apenas mirar los números son cosa del pasado. En general, las negociaciones se han alargado, en algunos casos a varios meses, con el objetivo de hacer un mayor escrutinio de la compañía en venta. Pero ya no sólo se mira que cuadren las cifras y los balances, sino que este análisis se ha extendido también al ámbito laboral, con el objetivo de descubrir vicios ocultos que pueden restar valor a la transacción.

Esta due diligence laboral, que se realiza de forma paralela a la financiera, examina si los convenios colectivos están al día, si los aumentos salariales respecto al IPC están ligados al beneficio o a las ventas e, incluso, los blindajes que puedan tener los directivos o las cláusulas de no competencia, entre otros aspectos.

Hasta ahora, no era habitual que estos temas laborales entorpecieran una operación de compraventa entre empresas, pero cada vez están ganando más protagonismo.

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Algunos de los problemas más habituales que se encuentran en las firmas sometidas a un riguroso examen radican en aspectos cotidianos, pero a los que se les suele prestar poca atención. Por ejemplo, que la empresa tenga pactados los incrementos salariales a las ventas, cuando deberían establecerse en función del beneficio. También se descuidan las cláusulas de no competencia de los directivos que abandonan la firma durante la compra.